El presbítero Arturo Saiz Santos, párroco de Nuestra Señora de Itatí, de Banfield, calificó de mentirosos a quienes dicen que su institución opera como una secta, a los que acusan de reducción a servidumbre a los sacerdotes de Santa Rosa y a los que afirman que a sus miembros se les roba el dinero, con motivo de las noticias que se han difundido en las últimas semanas en distintos medios acerca del Instituto Secular Servi Trinitatis, al que pertenece, y acerca de dos sacerdotes que trabajan en la catedral de Santa Rosa (La Pampa).
El sacerdote recordó que dicho Instituto fue aprobado en la diócesis de Cuenca (España) como Asociación Pública de Fieles en 1988, y como Instituto Secular en 2007 por el cardenal de Madrid. En nuestro país trabajan desde 1995 en La Pampa, a petición del obispo emérito, monseñor Rinaldo Bredice, y desde 1998 en la parroquia Nuestra Señora de Itatí de Banfield, a petición del entonces obispo, monseñor Desiderio Collino. “Y todo ello -aclara- con la debida aprobación del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina. Por tanto, quien dice que nuestra Institución es u opera como una secta, miente y sabe que miente”.
En una carta publicada en el sitio eclesia.info, el padre Saiz explica que todos los que ingresan al Instituto lo hacen “con plena conciencia y libertad; quien persevera en él es porque quiere; y si alguien decide abandonar, lo puede hacer cuando lo crea conveniente. Además, la pertenencia definitiva a la institución no puede realizarse antes de los 25 años, todo siempre conforme al Código de Derecho Canónico y a las Constituciones del Instituto. Por tanto, quien acusa de reducción a servidumbre a nuestros sacerdotes de Santa Rosa, miente y sabe que miente”.
“Como en todas las instituciones de vida consagrada de la Iglesia Católica -prosigue- , en Servi Trinitatis se vive el voto de pobreza por el que los miembros, consciente y voluntariamente, lo tienen todo en común, y nada como propio. Por tanto, quien dice que a los miembros de nuestro Instituto se les roba el dinero, manifiesta una supina ignorancia sobre la libre vivencia de la pobreza en las instituciones de vida consagrada, y además miente, y sabe que miente”.
A continuación subraya el “intenso trabajo que desarrollamos en la parroquia Nuestra Señora de Itatí al servicio de nuestra querida diócesis, colaborando en comunión con monseñor Collino en su momento, después con monseñor Radrizzani, y ahora con nuestro administrador diocesano, monseñor Fernández” y por último agradece “la oración y el apoyo expresado por tantos feligreses de nuestra parroquia y por los sacerdotes de nuestra diócesis, en este momento doloroso en el que las calumnias de un grupo de personas, con la colaboración de algunos medios de comunicación que están poniendo de manifiesto su ínfima ética periodística, con un amarillismo de la peor ralea, intentan desprestigiar a nuestro Instituto Secular, cuya única labor ha sido, es y será servir a la Santísima Trinidad, sirviendo a la Iglesia y a los hombres”.
Banfield (Buenos Aires), 27 Jun. 08 (AICA)
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