El papel social del periodista en una cultura mediatizada

El obispo de San Isidro, Mons. Jorge Casaretto, afirmó que el periodista tiene un papel de importancia en la construcción de la sociedad, sobre todo hoy en que “vivimos una cultura mediatizada que, no solamente modifica nuestros hábitos, sino que nos desafía a actualizar nuestros paradigmas de conocimiento”.

“En particular, constatamos que tenemos a nuestro alcance mucha más información que en otros tiempos. Esto, indudablemente es una ventaja, pero también conlleva algunos peligros”, advirtió en su columna mensual.

El prelado insistió en que “el periodista, como hombre de la información, está llamado por vocación a servir con su labor brindando a la sociedad información real y objetiva, evitando los riesgos de tergiversación de la realidad y las interpretaciones ideológicas y parciales”.

Tras recordar que “la información es la base del conocimiento social, por medio del cual los ciudadanos, reflexionando sobre los hechos, asumen roles y compromisos que contribuyen al desarrollo del bien común”, consideró que por eso “estar informado adecuadamente, se transforma en un instrumento necesario para el desarrollo de un país”.

“También podemos pensar -agregó- al periodista como el hombre de la verdad y la libertad. Dos cualidades que garantizan la calidad de la información”. Monseñor Casaretto señaló que “frente a los intereses egoístas de diferentes sectores, ante las presiones políticas y económicas de los grupos de poder, el periodista está llamado a enaltecer su función social defendiendo los valores éticos y morales que se imponen por su rol”.

Pese a que reconoció que “en todos los tiempos han existido y existirán dificultades para desempeñar con honestidad y lealtad la función que a cada uno le toca”, recordó que “también sabemos que los nombres que perduran en la historia, son los de aquellos que han sabido destacarse como hombres y mujeres de bien, que han contribuido desde lo propio al bien común y al desarrollo social, superando condicionamientos y límites epocales”.

Nos adherimos a esta reflexión y deseamos a los periodistas pampeanos que sus nombres también perduren en la historia, que por medio del servicio que brindan a la sociedad informando con honestidad, sean reconocidos, y por sobre todo, que cada uno pueda sentirse plenificado en su profesión, asumiendo con responsabilidad y compromiso el rol que le toca en la sociedad, en función al bien común.