Este domingo tenemos la oportunidad de celebrar a las dos columnas fundamentales más importantes de la Iglesia católica. San Pedro, el hombre elegido por cristo para ser la "Roca" de la Iglesia y Pablo, el hombre conquistado por la Gracia Divina para llevar el Evangelio a los Gentiles. La fe en Cristo y en su doctrina los llevó al martirio y entregaron sus vidas en Roma, allí uno fue crucificado y el otro decapitado, pero no temieron a los que podían matar el cuerpo, en su lugar arremetieron con todas las fuerzas humanas y divinas, con la ayuda de Dios, a proclamar el Evangélio y dieron testimonio de Él con sus vidas. Es Voluntad de Nuestro Señor Jesucristo haber formado a la Iglesia, el Pueblo de Dios, bajo la guía de un colegio de apóstoles en el cual eligió a Pedro como Cabeza y pastor universal. "Así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás apóstoles forman un único colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los apóstoles". El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella; lo instituyó pastor de todo el rebaño. "Está claro que también el Colegio de los apóstoles, unido a su Cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro". Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa. El Papa, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles". "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad". (Catecismo de la Iglesia Católica 881-882). Tenemos que difundir entre los católicos el amor real al Santo Padre. Esta solemnidad es una cordial invitación para renovar nuestra adhesión incondicional al vicario de Cristo sobre la tierra, el Papa. Nuestro amor por el santo Padre debe ser un amor práctico y realista. Un amor que se traduzca en obras y que se puede manifestar en la lectura asidua de su magisterio y en la conformación de nuestra mente y de nuestra vida con sus directrices. Se trata de seguir no sólo sus órdenes, sino de escuchar y llevar adelante también sus deseos. Por todo esto, hoy más que nunca, debemos mostrarle todo nuestro Afecto y Obediencia al Santo Padre y a nuestro Obispo ya que ellos son las fundamentos actuales, sucesores de este colegio elegido por el mismo Cristo. recordemos lo del Evangelio del Domingo pasado "Quien me reconozca abiertamente en este mundo..." eso es: no solo creer en Jesús, sino también, creer y obedecer todo lo que él nos enseña por medio del Santo Padre, los Obispos y sus sucesores legítimos. Muchas parroquias de nuestra Diócesis celebran este día con una fiesta donde los chicos de catequesis expresan su amor por el Santo Padre en su día. Que este Domingo nos sintamos más unidos a Nuestro Pastor Universal y digamos con todo nuestro cariño y testimonio "Feliz día Santo Padre".
Hasta la próxima.
Padre Sergio Soria
Guatraché
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