Muy oportuno, valiente y necesario, el documento “Redemptionis Sacramentum”, emanado de Roma, sobre los abusos introducidos en la liturgia católica en la celebración de los sacramentos y en especial de la Eucaristía.
El empleo de un lenguaje inusual, fuerte y contundente, viene a indicar la importancia que el Vaticano le ha querido dar. De “tarea gravísima y de abusos que no se pueden admitir”, junto con “la invitación a los fieles a que denuncien ante su obispo” tales abusos, denota la gravedad de la situación, que se desea atajar.
Quizás, a simple vista, para un lector apresurado, podrá parecer que es sólo, un elenco de abusos más o menos detallados, que atañen a los ministros del culto, como celebrar sin casulla, cambiar las lecturas o inventar las Plegarias eucarísticas, etcétera..
Sin restar importancia a tales abusos, nada es comparable con lo referido a los simples fieles y que se ha hecho “costumbre”, al acceder a “comulgar en pecado grave”, sin confesión previa.
Cada día va siendo más frecuente ver personas, alejadas de la práctica religiosa, o que viven en situaciones irregulares, o ignorantes de lo más elemental, que se acercan a comulgar sin más.
Mons.Nicola Bux, consultor en la congregación para la doctrina de la Fe y experto en liturgia, aseguro que los aplausos durante la Santa Misa,ciertas canciones empalagosas etc. es un abuso, muchos le echan la culpa al concilio pero son los que "interpretan mal" el concilio vaticano II, se ha pensado que todo es licito y esta permitido, esto es sacar de contexto los documentos que deben ser leidos en clave teologica,liturgica y en continuidad con el Magisterio de la Iglesia.
A los pastores de la Iglesia-obispos y sacerdotes- incumbe la grave tarea de informar y formar a los fieles, con su palabra y ejemplo, al respeto sumo de lo que celebran.
jueves, mayo 28, 2009
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