lunes, diciembre 08, 2008

"Yo soy la Inmaculada Concepción" LA VIRGEN EN LA RURAL DE SANTA ROSA


La ciudad de Santa Rosa (La Pampa), celebró la fiesta en honor de la Inmaculada Concepción el domingo 7 de diciembre, víspera de la solemnidad mariana, con una masiva procesión en honor a Nuestra Señora de Lourdes, la celebración eucarística, una cantata mariana y el rezo de una decena del Rosario en diez idiomas distintos. A las 20.30 partió una procesión desde la capilla de Nuestra Señora de Lourdes que se encuentra en el extremo Norte de la ciudad, en la avenida Spinetto hasta el predio de la Sociedad Rural. La marcha estuvo encabezada por el obispo diocesano, monseñor Mario Aurelio Poli, y contó con la participación de numerosos sacerdotes, varios centenares de niños de Primera Comunión, scouts, jóvenes de la Escuela de Vida y de otros grupos y familias enteras. Luego de más de 30 minutos de marcha llegaron a la Sociedad Rural, donde estaba preparado el escenario para la fiesta, y ni la amenaza constante de lluvia y el fuerte viento que comenzó a soplar impidieron que se celebrara la misa. En la homilía, el pastor pampeano habló de María y de su amor por cada uno de sus hijos, especialmente de los enfermos, sus predilectos. Animó a los presentes a confiar en su maternal asistencia y a recurrir a Ella siempre y con total confianza. A la derecha del altar había una gigantografía de la Virgen de Lourdes, y el obispo exhortó a los fieles a confiarle toda pena y alegría, a sentirla cerca y a querer llevarla a las casas. Al término de la misa, monseñor Poli hizo el envío de los participantes, a quienes invitó a ser misioneros en la tarea de llevar, casa por casa, persona a persona, el mensaje de Navidad, con la entrega de una estampa que fue preparada para la Campaña Navideña. Los envió a dejar un mensaje de esperanza a tantas familias que pasan por dificultades y a tantas personas que están sufriendo. Luego de la Eucaristía se llevó a cabo una cantata mariana, organizada por la Pastoral de Juventud, que consistió en canciones a la Virgen que iban siguiendo la secuencia de la historia de la salvación, mientras en una pantalla de fondo se proyectaban imágenes de los distintos momentos relatados. Las canciones fueron interpretadas por grupos juveniles pertenecientes a las diferentes parroquias del decanato Centro. Como cierre de esta gran velada de honor a la Inmaculada Concepción -antes del Ave María interpretada por un tenor-, se rezó una decena del Rosario en diez idiomas diferentes: portugués, italiano, inglés, mapuche, guaraní, francés, malayalam (dialecto hindú), shangai (dialecto africano), alemán y latín, para mostrar la universalidad de la fe y acrecentar el sentimiento de hermandad entre quienes hablan diferentes lenguas.+

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