Anoche se vio en el Reino Unido el documental sobre la eutanasia de Craig Ewart y fue descalificado por entidades y médicos. El premier Brown apenas pidió seriedad para tratar el tema. Tal como adelantó ayer Infobae.com, un controversial documental que muestra las últimas horas de un docente universitario norteamericano que padecía una enfermedad terminal y decidió quitarse la vida asistido por médicos fue emitido pese a las presiones y eso generó críticas de organizaciones contrarias a este tipo de prácticas."Esto sólo intensificará la presión que sienten esas personas, ya sea real o imaginaria, para que contemplen quitarse la vida por miedo a ser una carga para sus seres queridos, cuidadores o una sociedad falta de recursos", afirmó en un comunicado el grupo "Care Not Killing", una alianza de unas 50 organizaciones.El documental fue filmado en septiembre del 2006 en la clínica suiza Dignitas, donde se realizan estas prácticas, y refleja las últimas horas de Craig Ewert, de 59 años, quien padecía una enfermedad degenerativa que lo postró en una silla de ruedas. El suicidio asistido es ilegal en todo el mundo, excepto en Suiza (desde 1940), Bélgica, Holanda y en el estado de Oregon, en los Estados Unidos.El caso llegó incluso a la Cámara de los Comunes del Parlamento británico. El primer ministro británico, Gordon Brown, señaló: "Específicamente sobre el programa, creo que es muy importante que estos temas sean tocados de forma inteligente y sin sensacionalismo. Espero que los canales recuerden que tienen una responsabilidad para con la audiencia pública, y por supuesto, la temática será evaluada por los organismos de control de la televisión".Por su parte, Domenica Roberts, de la Alianza Pro Vida, sostuvo que es "triste y peligroso mostrar este tipo de cosas en televisión" al considerar que este tipo de mensajes "no tienen ningún valor". Phyllis Bowman, de la organización Right to Live ( Derecho a vivir) fue más duro aún: "Aquí se hace publicidad del suicidio asistido"."Macabro voyeurismo de la muerte", "glorificación del suicidio" y "banalización de las posibilidades paliativas de la medicina" fueron otros términos utilizados para descalificar la producción y emisión del documental.Y hubo más. Para el doctor Peter Saunders, de la organización Care, not killing (Cuidar en lugar de matar), se trata de "intento cínico para incrementar los niveles de audiencia" para que "al final salgamos convencidos de que no hay tal cosa como una vida que vale la pena ser vivida". Finalmente, Lady Finlay, experta en lo que se conoce como "medicina paliativa", estimó que el programa "es riesgoso porque puede perpetuar el mito de que para tener una buena muerte uno tiene que quitarse la vida, lo cual no es cierto", según informó el diario La Nación.
Fuente: Reuters
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