



500 personas se reunieron para agasajar a las hermanas en el Salón parroquial. Se vivió un momento de reencuentro, de anécdotas y de alegría. En la Homilía el Padre Sergio las invitó a "renovar el espíritu y el carisma propio de la congregación en la entrega de cada día al servicio de los niños". Además les recordó las palabras del papa Juan Pablo II, en la exhortación "La Vida Consagrada" en la que el Santo padre define que la misión de los consagrados es "amar como lo hizo Jesús en la Ultima Cena, amor que es servicio, lavar los pies, que es entrega, que es renuncia". Se recordaron a todas las hermanas que pasaron por el Hogar y a los sacerdotes que colaboraron en la Obra. Así las hermanas de dieron por cerrado el Año Jubilar de la congregación en Guatraché.-
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