Queridos hermanos scouts:
No hace falta entrar en detalles para saber que en el último fin de semana, en Sierra de la Ventana, Provincia de Buenos Aires, en un campamento de fin de semana, en la madrugada del domingo cuatro hermanos scouts se accidentaron gravemente. Uno de ellos, en estos momentos sufre quemaduras serias y muy dolorosas en un hospital de Buenos Aires. El movimiento scout es un cuerpo fraterno y solidario, donde se comparten las alegrías y estrechamos filas en las desventuras. En este caso el dolor nos toca muy de cerca y queremos llegar con nuestra palabra y nuestra oración.
Nos imaginamos el dolor de los familiares y amigos, y por supuesto, nos sumamos a todos aquellos que elevan su plegaria al Buen Dios, para que la tristeza que nos causa la enfermedad se convierta en alegría al ver a nuestros hermanos repuestos y bien dispuestos a seguir en el “gran juego”.
Queremos alcanzar a las familias y a los allegados de los chicos, también a los dirigentes que los acompañaban, el consuelo y la fortaleza de la fe, que tanto nos alienta en estos momentos.
Invocamos a Nuestra Señora de los Scouts y ponemos bajo su mirada de ternura a estos hermanos nuestros, y le pedimos como hijos que se convierta en alivio y bálsamo en sus dolores.
Con mi bendición.
Siempre Listo.
+Mario Aurelio Poli
Obispo de Santa Rosa
Capellán Scout Nacional
No hace falta entrar en detalles para saber que en el último fin de semana, en Sierra de la Ventana, Provincia de Buenos Aires, en un campamento de fin de semana, en la madrugada del domingo cuatro hermanos scouts se accidentaron gravemente. Uno de ellos, en estos momentos sufre quemaduras serias y muy dolorosas en un hospital de Buenos Aires. El movimiento scout es un cuerpo fraterno y solidario, donde se comparten las alegrías y estrechamos filas en las desventuras. En este caso el dolor nos toca muy de cerca y queremos llegar con nuestra palabra y nuestra oración.
Nos imaginamos el dolor de los familiares y amigos, y por supuesto, nos sumamos a todos aquellos que elevan su plegaria al Buen Dios, para que la tristeza que nos causa la enfermedad se convierta en alegría al ver a nuestros hermanos repuestos y bien dispuestos a seguir en el “gran juego”.
Queremos alcanzar a las familias y a los allegados de los chicos, también a los dirigentes que los acompañaban, el consuelo y la fortaleza de la fe, que tanto nos alienta en estos momentos.
Invocamos a Nuestra Señora de los Scouts y ponemos bajo su mirada de ternura a estos hermanos nuestros, y le pedimos como hijos que se convierta en alivio y bálsamo en sus dolores.
Con mi bendición.
Siempre Listo.
+Mario Aurelio Poli
Obispo de Santa Rosa
Capellán Scout Nacional
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