La falsedad de las acusaciones de las que viene siendo objeto el Instituto Secular "Servi Trinitatis" en la provincia argentina de La Pampa, agravadas ahora por el intento de internar forzosamente a una de sus miembros, exige que como máxima responsable de la Rama Femenina, conteste a la tergiversación de los hechos que se está haciendo por parte de algunos familiares, así como por algunos medios de comunicación social, tales como El Diario de La Pampa o La Arena. Lo hago casi sin esperanza de que estos últimos publiquen en su integridad la presente nota informativa: ya antes, mutilaron mis palabras. Quizás lo reproducirán sesgado con algún titular parcial y tendencioso.
1. Los hechos están siendo alevosamente mal interpretados. Se ha dicho que M., la mujer de 32 años que fue obligada a salir de su casa el pasado 23 de diciembre, es incapaz mental y que carece de voluntad propia. ESO ES RIGUROSAMENTE FALSO. M. lleva una vida del todo normal, es una persona mayor de edad y en pleno uso y goce de sus facultades mentales, que se encuentra a punto de recibirse en la Universidad en la Carrera de Derecho, y frecuenta un trato amigable con innumerables personas. ¿Acaso a los demandantes les molestará que sea feliz en el lugar que ella misma eligió y donde tanto se la quiere?
2. La presentación que ofrecieron sus padres en rueda de prensa de 29 de diciembre, tal y como aparece en los medios, es una caricatura de la realidad. La única verdad es que M., su hija, está en "Servi Trinitatis" (al que se refieren con el nombre malicioso y calumnioso de secta), porque así lo quiere ella; y quiere, porque es libre para hacerlo. Su permanencia en el Instituto, aun a pesar de las terribles presiones mediáticas y de todo tipo que tristemente viene sufriendo desde hace ya meses, no hace sino reafirmar hasta qué punto es madura, responsable y libre la determinación de esta admirable mujer. Me permito recordar a la opinión pública que son varios los informes psiquiátricos realizados sobre ella que certifican su absoluta cordura mental, el último de ellos emitido hace tan sólo una semana por el Cuerpo Médico Forense de los Tribunales Provinciales, concluyendo su normalidad y dejándola en libertad.
3. En agosto, los demandantes reclamaban para sí el apelativo de "católicos". Desde entonces, han pedido la indagatoria de un obispo emérito; han vejado a los miembros de un Instituto que cuenta con el visto bueno de la Santa Sede y con la aprobación y el apoyo de los Obispos donde está sirviendo a la Iglesia; han calumniado a sacerdotes que trabajan denodadamente en bien de los demás; han buscado apoyos en grupos pro-abortistas y en personajes (pienso especialmente en el letrado Omar Eduardo Gebruers) que se declaran abiertamente ateos u hostiles a la fe; han encontrado cobijo en los medios que más se destacan por su enemistad hacia la Iglesia; han protagonizado y reiterado lamentables actos públicos de oposición en el interior de la catedral de Santa Rosa y durante la celebración del acto más sagrado para los cristianos, la Santa Misa. Últimamente, incluso se han quejado de Monseñor Poli y han lanzado advertencias que suenan a veladas amenazas. ¿Se puede creer en la buena voluntad de quien utiliza tales medios de presión y contradice con sus obras lo que afirma con sus palabras?
4. Finalmente, quisiera subrayar algo: en realidad, la causa contra Servi Trinitatis es una causa contra la libertad. En verdad lo que se pretende es eliminar a quien no piensa de una determinada manera. Los hechos son muy graves: se ha intentado privar de libertad a una mujer plenamente capaz, obligándola a estar donde no quería estar y a hacer lo que no deseaba hacer. No se trata de que haya sido sometida por el Instituto: se trata de que sus padres, simplemente, no respetan su decisión. Se oponen a la vocación de su hija porque no están de acuerdo con ella.
5. M. es una persona de complexión delgada, su salud fue buena durante todos los años de su pertenencia al Instituto, como saben centenares de personas que la tratan habitualmente y de lo que existe constancia médica y numerosas pruebas. Si en el futuro decayera como consecuencia de las situaciones angustiosas que los denunciantes le están haciendo pasar, ellos serían los responsables.
6. No dudo de que con sus apariciones públicas estas personas intentan presionar a la Justicia argentina, conscientes de la inconsistencia de las acusaciones que sostienen, pero, ¿pensaron en las consecuencias que su beligerancia podría tener en personas del todo inocentes?
Rezamos a Dios y a la Virgen de Luján para que pueda volver la paz a la querida tierra de La Pampa.
María de los Ángeles Bodoque Díaz
Directora General de la Rama Femenina
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