Se habla mucho actualmente sobre el debate del ABORTO en nuestra sociedad Argentina, últimamente podemos ver como los medios de comunicación, incluso en nuestra provincia, ponen todo su aparato mediático para lograr presionar al poder político para que salga la tan esperada ley del aborto, que no será otra cosa que la ley de poder matar bajo el amparo de la misma ley. Se utilizan argumentos como la pobreza, la clandestinidad, embarazos adolescentes, violaciones, etc. ; siempre sostenidos con encuestas y porcentajes que exageran o deforman la realidad de las cosas. No podemos quedarnos indiferentes ante los herodes actuales que luchan por querer lograr la ley de la muerte en nuestro país. La Eutanasia y el aborto ya es una realidad presente en nuestro país y lamentablemente en algunas provincias argentinas ha ganado la cultura de la muerte. Dios nos preguntará: ¿que hicimos nosotros para tratar de evitar esto?, Tal vez no sea mucho, pero podría ser un aporte para que entendamos que no debemos ponernos en las filas de los que quieren sacar esta maldita ley. Aquí algunas razones para tener en cuenta.
DIEZ RAZONES POR LA VIDA
1- Nuestra Constitución ofrece garantías plenas a todo individuo humano y prohibe toda forma de discriminación. El embrión humano desde el momento de la fecundación es un organismo individual de la especie humana y por lo tanto existen motivos fundados para respetarlo plenamente como sujeto titular de derechos y para no discriminarlo bajo ningún motivo.
2- Muchos tratados internacionales, firmados y ratificados por nuestro país, nos permiten entender que el producto de la concepción tiene derecho a la vida. El producto de la concepción se encuentra protegido desde ese momento y puede ser designado como heredero y donatario, protegidos por la misma constitución y todos los tratados internacionales.
3- El primer derecho humano, sin el cual no se puede gozar de ningún otro derecho es el que se refiere a la vida. una sociedad que no lo reconoce plenamente y sin reservas, mina las bases del estado de derecho, de la democracia, del bien común, de la justicia social y el desarrollo de una cultura auténticamente humana.
4- El embrión humano es un organismo con genotipo propio, metabolismo propio, sistema inmunológico propio y proceso de desarrollo orientado hacia un fin preciso. Si bien es sumamente frágil y dependiente del vientre materno, el embrión humano es biológicamente identificable como un individuo diverso al cuerpo de su madre.
5- Todo ser humano tiene pleno derecho a preservar la integridad de su propio cuerpo. El embrión humano también posee este derecho aunque posea capacidades diferentes a las de un adulto desarrollado. Por ello, el cuerpo de la mujer no puede considerarse superior en dignidad al cuerpo del ser humano recién concebido. La capacidades diferentes del embrión humano no pueden ser motivo de discriminación y menos de supresión. Ambos, la madre y el hijo, poseen la misma dignidad y merecen el mismo respeto.
6- Una sociedad mide su grado de humanidad en la medida en que promueve y defiende el derecho de sus integrantes más débiles, más pobres, más vulnerables y más excluidos. La opción preferencial de los pobres y excluidos pasa por la opción en favor de la vida humana naciente.
7- La falta de actividad mental del embrión debido al modesto grado de desarrollo de su sistema nervioso central, no puede ser usado como argumento a favor de la despenalización del aborto. La vida mental supone la vida humana. Los seres humanos poseemos dignidad independientemente del grado de éxito con el que mantenemos nuestra racionalidad, nuestra libertad o cualquier otra capacidad.
8- La autonomía de decisión de la mujer supone el ejercicio de derecho a la vida. En nombre de la autonomía de decisión no puede suprimirse jamás la propia vida ni la de nadie. La libertad no debe ir contra aquello que es un fundamento, cuando la libertad de alguien aplasta la vida comienza el despotismo autoritario que ha conducido a los peores regímenes de derecha y de izquierda por igual en la história resiente.
9- La discusión biológica-filosófica sobre el estatus del embrión humano es muy intensa en los foros académicos. es preciso entender que cuando existe una disputa de este tipo los ministros de la Suprema Corte han de privilegiar a la parte más débil. La parte más débil es la más vulnerable e indefensa. Por ello, si existe duda respeto a la condición humana del embrión, habrá que resolver en favor de la vida de éste, para así no abrir ni siquiera una lejana posibilidad de cometer un crimen bajo el amparo de la ley.
10- Tan lentamente son los esfuerzos que pretenden defender la vida del embrión humano sacrificando la de la mujer o ignorando sus legítimos derechos, como los de aquellos que defendiendo estos últimos terminan aplastando los primeros: una solución justa al drama del aborto debe ser racional, razonable e incluyente. Es preciso luchar a favor de los derechos de la madre y de su hijo por igual. Ambos son igualmente valiosos. Ambos merecen nuestra máxima solidaridad y nuestro más radical compromiso.
Autores: Rodrigo Guerra y Jaime Septéin. México.
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